Sudáfrica
En esta secuencia de imágenes podemos apreciar, además de la belleza de un país como Sudáfrica, la acción que los distintos agentes ejercen sobre el paisaje:
En esta primera imagen nos encontramos ante un valle en forma de U, característico de la erosión glacial.
En las dos imágenes superiores, podemos ver cómo el pequeño riachuelo, a lo largo de miles de años se ha abierto paso entre las rocas, dando como resultado estas bellas imágenes.
El agua en esta foto es la protagonista, y cómo cierta vegetación sobrevive en situaciones como esta.
Islas Cíes (Galicia)
En estas imágenes podemos advertir a simple vista que nos encontramos en costas del norte de España. El clima oceánico salta a la vista, tanto por la vegetación frondosa de las islas como en las formaciones de niebla que advertimos en la segunda fotografía.
Malta
Al analizar detenidamente las imágenes de la isla de Malta podemos concluir varias cosas. En primer lugar la erosión del agua (del mar) es obvia cuando observamos los acantilados y las formaciones que vemos en la fotografía tercera. Además, la vegetación (plantas similares a los cactus, muy extendidas para el consumo alimenticio entre la gente de la isla) es una vegetación de climas extremadamente secos. En ningún momento se aprecian ríos ni embalses, por lo que sabemos que hay unas precipitaciones muy escasas.
Edimburgo
Aunque no hay una gran variedad de fotografías, salta a la vista que el clima de Edimburgo coincide al 100% con lo que todos conocemos sobre las Islas Británicas: una niebla densa todo el año (las fotografías fueron tomadas a finales de junio), frío y una vegetación muy abundante en todo el país.
En la segunda fotografía, podemos comprobar en primer lugar el cielo, cubierto de nubes, que reafirma lo dicho anteriormente. En segundo lugar, la formación de la montaña nos hace pensar en las irregulares islas, con innumerables acantilados, y con el frío que hace en toda esa zona. Probablemente esas formaciones sean causa del agua, tanto en estado sólido como en estado líquido.
En la segunda fotografía, podemos comprobar en primer lugar el cielo, cubierto de nubes, que reafirma lo dicho anteriormente. En segundo lugar, la formación de la montaña nos hace pensar en las irregulares islas, con innumerables acantilados, y con el frío que hace en toda esa zona. Probablemente esas formaciones sean causa del agua, tanto en estado sólido como en estado líquido.
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